Reino Unido comienza este martes a pedir certificado Covid a todos los viajeros que lleguen al país, algo que disuade a muchos de viajar y que ya ha empezado a notarse en Canarias
El Gobierno de Reino Unido anunciaba este fin de semana que todos los viajeros que lleguen a Inglaterra a partir del martes 7 de diciembre, tendrán que presentar un test negativo de COVID-19.
Un endurecimiento de las restricciones que las autoridades justifican por la expansión de la variante ómicron y que el sector turístico de Canarias ve con recelo.
La medida, que establece un plazo máximo de 48 horas antes del viaje para la realización de la prueba, afectará a todas las personas mayores de 12 años. Independientemente de que hayan completado la pauta de vacunación contra la COVID-19 o no.
La última esperanza de la patronal hotelera es la tercera dosis en holandeses, franceses y alemanes que pueden compensar en algo la perdida de turistas británicos. La patronal calcula que se podría así cerrar las navidades con un 70 por ciento de ocupación.